Consecuencias económicas del COVID-19 incrementan la violencia contra la mujer

Publicado el 14 mayo 2020

La emergencia sanitaria por el coronavirus (COVID-19) en el mundo y el establecimiento de la cuarentena total en Latinoamérica ha traído inevitables consecuencias económicas, se visibilizó aún más la pobreza y el deficiente sistema de salud de algunos países.

Sin embargo, también develó otra problemática mayor: El incremento de la violencia hacia las mujeres, que pese a estar en casa, -donde se supone que están lejos del peligro de las calles-, continúan sufriendo agresiones durante el confinamiento y lo peor aún, no tienen ni la libertad ni los medios para denunciar a sus agresores.

            Las respuestas inmediatas de los países respecto a la economía y prevención de violencia están en marcha, pero los expertos proyectan que las consecuencias económicas del COVID-19 incrementan más la violencia contra la mujer. Esto debido a que existe más dependencia económica, mayor riesgo de acoso y hostigamiento sexual en las fuentes laborales, sobrecarga de jornada laboral, incumplimiento de pensiones alimentarias y trastoque en los roles de género. 

   En el estudio, ¿Por qué reforzar la prevención de la violencia contra las mujeres ante el brote pandémico del Covid-19?, realizado por Arístides Vara- Horna, director del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos de la USMP se destaca que hay mayor dependencia económica de las mujeres que son amas de casa y dependen de los ingresos de su pareja por ello, tendrán mayor probabilidad de riesgo de violencia debido a la inseguridad alimentaria y escasez de recursos.

La mayoría de las mujeres en Latinoamérica desempeña trabajos forzados, mal pagados, de tiempo parcial, inseguros, informales y sin beneficios. Por otro lado, alrededor de 50 millones de trabajadoras domésticas también sufrirán explotación.

El analista también explicó que estos tipos de violencia se incrementan mientras dure la cuarentena y pese a que las medidas se vayan flexibilizando en cada país, sufrirán los efectos de la economía en el silencio de sus hogares por la falta de ingresos y la dependencia económica.

Al mismo tiempo, Vara plantea como solución a este problema que los Estados deben pensar en la reactivación de la economía con enfoque de género, tomando en cuenta el impacto que tiene la violencia contra la mujer en la inversión pública. Por tanto, considera que los gobiernos, así como están destinando créditos a las empresas, deben invertir en la prevención de la violencia pos COVID-19 y, de este modo, asegurar la participación de la mujer trabajadora.

“Si es que se trabaja la inversión pública con un enfoque de género y no se analiza el impacto potencial de la violencia en esas acciones se borrará todo el importante aporte de las mujeres y el impacto pernicioso de la violencia”, apuntó.

De esta manera se disminuye también la salud, el tiempo y dinero que las mujeres invierten, también decrecerá su capacidad de trabajo y cuidado de su familia.

PREVENCIÓN

Si los gobiernos previenen la violencia contra la mujer podrán recuperar la productividad de millones de trabajadoras y, de este modo, favorecer la economía de cada país. Según el estudio expuesto por Vara y realizado en Perú, Bolivia, Paraguay y Ecuador, el fisco podría recaudar en esos países US$ 3.342 del valor agregado de las empresas.

Estas declaraciones se realizaron en la ponencia denominada “COVID-19 y la violencia contra las mujeres”, que reunió a expertos internacionales de Perú, Bolivia y Alemania. A través de una conferencia virtual, los investigadores puntualizaron los desafíos de los gobiernos para enfrentar esta problemática social. Asimismo, realizaron algunas recomendaciones inmediatas y a largo plazo para prevenir la violencia.

En consecuencia, se sabe que la situación actual es de suma importancia y se necesitan muchas medidas para evitar la propagación del Covid- 19, pero los gobiernos deben de tomar en cuenta que deben seguir realizando acciones para combatir la violencia contra la mujer, para así, en un futuro no tener consecuencias graves en donde la mujer sea la más afectada física y mentalmente.