Un cambio acelerado

Decano
En la Universidad de San Martín de Porres, y en la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos, de modo especial, el cambio, como concepto, está asociado al quehacer académico y científico, es una constante de todos los días; no puede ser de otro modo, más aún si la política educativa que ponemos en práctica, está basada en la mejora continua de los diversos procesos formativos de las carreras de Administración, Administración de Negocios Internacionales, Gestión de Recursos Humanos y Marketing, las mismas que se encuentran debidamente acreditadas por ser consecuentes con los cambios permanentes que se producen en el mundo de los negocios.
La presencia sorpresiva de un virus letal llegado de Asia, que responde al acrónimo COVID-19, determinó que el gobierno en la segunda quincena de marzo, declarase el Estado de Emergencia Nacional, cerrara las fronteras, paralizara la actividad económica, obligara al confinamiento de las personas en sus hogares, y, dispusiera que el sistema educativo escolar y universitario continúen en forma no presencial. En el caso de la Universidad de San Martín de Porres y nuestra Facultad, significó de modo inmediato, poner a prueba nuestra capacidad de resiliencia.
No había otra opción, la ruta estaba trazada, los profesores responsables del manejo de la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), pusieron los equipos a disposición de los docentes de todas las especialidades y los miles de nuestros estudiantes; se diseñaron procesos de capacitación y entrenamiento para el desarrollo de las clases virtuales y desde el primer día de mayo, cada hogar de los profesores y jóvenes que estudian en nuestra Facultad, se han convertido en templos del saber y el conocimiento. Esta adaptación forma parte de la flexibilidad que nos ha caracterizado, antes fueron las aulas, ahora son los hogares de miles de jóvenes ávidos de conocimiento, pensando en un futuro mejor que cada uno construye.
Por ello, saludo y felicito a toda la comunidad universitaria por esta respuesta, activa, positiva, comprometida con el futuro de cada estudiante, con las empresas y con el país. Como siempre lo hemos demostrado, no hay reto que no hayamos enfrentado, no hay obstáculo que no hayamos vencido, ni hay fuerza que nos haya detenido; los objetivos que nos hemos fijado, todos los hemos logrado; sobre todo, si se trata de formar cuadros de jóvenes profesionales para un país que seguirá teniendo nuevas oportunidades y donde cada estudiante, ama lo que hace.
Por esta consideración, rescatamos del informe de la UNESCO, sobre la educación superior y los efectos inmediatos al día después[1], cuatro alcances que nos servirán de referencia: a. Asegurar el derecho a la educación superior de todas las personas en un marco de igualdad de oportunidades y de no-discriminación. b. No dejar a ningún estudiante atrás. c. Asumir la educación universitaria como un continuo del proceso formativo, y d. Prepararse para la reanudación de las clases presenciales.
Estamos pues, respondiendo a los nuevos retos y desafíos que las circunstancias involuntarias han creado, y al igual que frente a otros retos superados, estos nuevos, con la participación de la comunidad universitaria, también serán logrados.
[1] UNESCO. 13 mayo 2020. COVID-19 Y LA EDUCACIÓN SUPERIOR: De los efectos inmediatos al día después. Recuperado de: http://www.iesalc.unesco.org/wp-content/uploads/2020/05/COVID-19-ES-130520.pdf