Dr. Fausto Mercado Philco*
Introducción:
Existen varias constantes entre el Huscarán y el Ming yong. Ambos son glaciares muy grandes. El Huscarán, ubicado en América del Sur, para ser más exactos en Perú, el callejón de Huaylas, región de Ancash, provincia de Yungay; y el Ming yong, ubicado en Asia, China, provincia de Yunnan, en la montaña sagrada de Kawagebo.
Waskha significa en quechua cadena de montañas. Dicen las crónicas ancestrales que el Inca Huayna Cápac, en su paso por estas tierras, le dio el nombre de Huascarán, en honor a su primogénito: Huáscar. En el caso del Ming yong, lleva el nombre del tercer emperador chino Ming Yong (1402-1428).
Análisis:
En la actualidad, la desglaciación, producto de este desbordante cambio climático, ha ocasionado que estos glaciares sagrados empiecen a generar riesgos y un alto impacto ambiental negativo en las poblaciones que se encuentran a sus faldas y viven de la agricultura, ganadería y producción (pan llevar), gracias al agua que discurre de sus cumbres; pero vemos que ambos glaciares a la fecha van perdiendo grandes cantidades de agua y, de esta manera, el entorno y geografía más cercana en el Perú y China se están viendo seriamente afectadas.
Cuadro comparativo de los glaciares
Huascarán | Ming Yong |
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1. Ubicado en la cordillera Blanca, Perú, a 6768 msnm.
2. Sus aguas riegan el callejón de Huaylas y parte de ellas van al océano Pacífico y parte al río Amazonas. 3. Constituye parte del ecosistema natural de la región central del Perú y corredor económico y cuenca hidrográfica por excelencia. 4. Su ámbito de acción alcanza a unos 200 millones de habitantes (habitantes de Sudamérica; sobre todo, la costa del Pacífico) 5. Glaciar de alto riesgo: el año 1970 se produjo un desastre natural que cobró más de 20000 vidas, debido a un gran desprendimiento de hielo del glacial. |
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Ante estas amenazas, ¿cuáles deben ser las respuestas de los gobiernos del mundo? Vemos que esta crisis eco ambiental ya globalizada, cada vez se acrecienta y estos dos glaciales, ubicados en continentes distintos y separados por miles de miles de kilómetros, se calientan a un ritmo mayor que la media del planeta de 0.74oC; en ese sentido, debemos considerar el gran riesgo ambiental que produce este descongelamiento, el cual se ha incrementado en la actualidad, pero que viene de décadas atrás, y ello tiene que ver directamente con el agua dulce encapsulada que empieza a discurrir de estos glaciales, así como otros en el mundo, constituyen el 2% del agua consumible del mundo (agua encerrada en nieve y hielo), 1% viene de los ríos y lagos y el 97%, es agua de los océanos y mares (salada).En tal situación, si el agua de los glaciares se empieza a perder y la población mundial empieza a aumentar, la falta de este recurso natural en el futuro inmediato traerá problemas a la humanidad irreversibles; en ese sentido, se prevé que el 2025, 1800 millones de personas vivirán en sitios donde el agua será escasa. ¿Nos preguntamos la razón de ello?, cómo afrontará y qué respuestas inmediatas, frente a esta crisis natural, el ser humano tendrá que dar para atenuar esta problemática mundial, que tiende a incrementarse en los próximos años. Recordemos que el impacto ambiental de ahora se sentirá en las nuevas generaciones del mañana.
Conclusión:
Estos últimos años trajeron de todo: derrames de petróleo, terremotos, tsunamis, desglaciaciones, deforestación y el calentamiento global, con sequias e inundaciones en todas partes del mundo; sin embargo, estas incertidumbres, producto de nuestro entorno impredecible, mantienen una serie de constantes y ello es que no pueden ser controladas por el hombre y seguirán dándose en los próximos años. Dentro de estas probabilidades que ya se convierten en certezas ambientales, me gustaría, precisar que la contaminación a nuestro medio generado en gran parte por el hombre: concentración de CO2 efecto invernadero y otros, trae consigo alteraciones estacionales, peligros a la flora (floración, fructificación, fotosíntesis, polinización) y fauna, aumentos de plagas, consecuencias geológicas como es el retroceso de los glaciares o desglaciación de nuestras montañas, objeto de este estudio. Sin embargo, el ser humano, trata, y digo trata, de frenar los intereses de la producción a escala contaminante a través de tratados, acuerdos y protocolos como el más importantes el de Kioto, cuando los países más industrializados del mundo no practican estos postulados o simplemente se salen de ellos, siendo paradójicamente los más contaminantes: Norteamérica el 35%, Europa 26%, Asia 14%, América latina 3%, África 2%, Oceanía 1%, resto del mundo 19%
Entonces qué soluciones para esta problemática daremos a nuestro mundo y va más allá de generar energía eólica, solar u otra forma energética renovable, no contaminante. Porque la realidad es una sola y tanto el Huascarán como el Ming Yong van perdiendo su capacidad y nos preguntamos dentro de diez años como los tendremos, pues a este paso, seguramente el 2050 quedaran sin nieve, dejando atrás recuerdos de su majestuosidad obsoleta de un paisaje desaparecido. Nos queda no solo ser observadores de una realidad devastadora, sino, contribuir con el estado y estados globales en los procesos ambientales generados por el hombre y la naturaleza; sin nuestra atención y compromiso, seguiremos formando parte del problema y no de la solución.
* Catedrático Universitario. Escritor en temas creativos y de especialidad. Investigador y asesor metodológico. Doctor en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.